El presidente portugués, Marcelo Rebelo de Sousa, ha salido de su residencia oficial en el Palacio de Belém para dar un paseo por los alrededores, en medio de un clima político incierto en el país. Hasta el momento, el presidente ha mantenido silencio sobre el futuro político de Portugal y solo romperá su mutismo público después de escuchar las opiniones de su Consejo de Estado.
Entre las opciones que se están considerando, se encuentra la posibilidad de convocar elecciones anticipadas o buscar un sustituto para el actual primer ministro, António Costa. Las consultas del presidente con los representantes de las fuerzas parlamentarias ya han comenzado y todos defienden la convocatoria de elecciones anticipadas.
Sin embargo, el presidente se preocupa por el impacto que tendría la disolución del Parlamento en decisiones estratégicas para el país. Además, la dimisión de António Costa ha sido un regalo político para el presidente del Partido Social Demócrata, Luís Montenegro, cuyo liderazgo no había logrado cohesionar a su formación. Montenegro reclama elecciones y proclama que su partido está preparado para gobernar.
Si se celebraran elecciones anticipadas, el Partido Socialista, actualmente en el gobierno, comenzaría una nueva carrera electoral en una posición más debilitada. La salida de Costa fuerza al socialismo portugués a resolver el liderazgo sobre la marcha. Entre los posibles sucesores de Costa, se encuentra el exministro de Infraestructuras, Pedro Nuno Santos, considerado el principal aspirante debido a su afinidad con el ala izquierda del partido.
El presidente Rebelo de Sousa se encuentra ahora ante la difícil tarea de tomar una decisión sobre el futuro político del país, considerando todos estos elementos y buscando la estabilidad necesaria para Portugal.
«Un experto en alcohol incondicional. Analista amigable con los inconformistas. Introvertido. Devoto defensor de las redes sociales».