Un estudio revela por qué ves el mundo 15 segundos después: tu cerebro te muestra imágenes del ‘pasado’ en lugar de tratar de actualizar tu visión en tiempo real
- Los expertos dicen que si nuestros cerebros estuvieran evolucionando en tiempo real, el mundo estaría estresado
- En cambio, vemos 15 segundos ‘en el pasado’, lo que le da a nuestro cerebro tiempo para ‘amortiguarse’
- Los científicos mostraron a los participantes videos de rostros transformándose en 30 segundos
- Al final del video, se les pide que identifiquen la cara que vieron.
- Los resultados mostraron que los participantes eligieron casi consistentemente un cuadro que vieron en el medio del video, en lugar del último.
Girar una “rueda de la muerte” mientras una computadora está almacenando en caché es un ícono que a la mayoría de nosotros nos llena de pavor, pero un nuevo estudio sugiere que un proceso similar podría estar ocurriendo en nuestros cerebros.
Investigadores de la Universidad de California, Berkeley, han descubierto que los cerebros humanos nos muestran 15 segundos “en el pasado” en lugar de intentar actualizar nuestra visión en tiempo real.
Este mecanismo, conocido como “campo continuo”, nos da más estabilidad, según los investigadores.
El profesor David Whitney, autor principal del estudio, dijo: “Si nuestros cerebros siempre estuvieran evolucionando en tiempo real, el mundo sería un lugar tenso con fluctuaciones constantes en la sombra, la luz y el movimiento, y sentiríamos como si estuviéramos alucinando todo el tiempo”. hora.’
Investigadores de la Universidad de California, Berkeley, han descubierto que el cerebro humano nos muestra 15 segundos ‘en el pasado’ en lugar de intentar actualizar nuestra visión en tiempo real (imagen almacenada)
En cambio, el autor principal, el Dr. Mauro Manasi, explicó: “Nuestro cerebro es como una máquina del tiempo”.
Sigue haciéndonos retroceder en el tiempo. Es como si tuviéramos una aplicación que combina nuestras entradas visuales cada 15 segundos en una sola impresión para que podamos lidiar con la vida cotidiana.
En el estudio, los investigadores se propusieron comprender el mecanismo detrás de la ceguera variable, en la que no notamos pequeños cambios con el tiempo.
El equipo reclutó a unos 100 participantes, antes de mostrarles videos de primeros planos de rostros transformándose en 30 segundos.
Para asegurarse de que hubiera poca evidencia de cambios, las fotos no incluían la cabeza ni el vello facial, mostrando solo los ojos, las cejas, la nariz, la boca, la barbilla y las mejillas.
Después de ver los videos de 30 segundos, se les pidió a los participantes que identificaran la última cara que vieron.
Los resultados mostraron que los participantes eligieron casi consistentemente un cuadro que vieron en el medio del video, en lugar del último cuadro.
La profesora Whitney dijo: “Se podría decir que nuestro cerebro se está estancando.
Actualizar constantemente las imágenes requiere mucho trabajo, por lo que se apega al pasado porque el pasado es un buen indicador del presente.
“Reciclamos información del pasado porque es más rápido, más eficiente y requiere menos trabajo”.
Según los investigadores, los resultados indican que el cerebro opera con un ligero retraso al procesar estímulos visuales, con efectos tanto positivos como negativos.
“Los retrasos son significativos para evitar que nos sintamos bombardeados por información visual en la vida cotidiana, pero también pueden tener consecuencias de vida o muerte cuando se necesita precisión quirúrgica”, explicó el Dr. Manase.
Por ejemplo, los radiólogos examinan tumores y los cirujanos deben poder ver lo que tienen delante en tiempo real; Si sus cerebros sesgaron lo que vieron hace menos de un minuto, es posible que se estén perdiendo algo.
El equipo reclutó a unos 100 participantes, antes de mostrarles primeros planos de rostros que se transforman en 30 segundos. Para asegurarse de que hubiera poca evidencia de cambios, las imágenes no incluían la cabeza ni el vello facial, solo los ojos, las cejas, la nariz, la boca, la barbilla y las mejillas.
Si bien el mecanismo se acuñó para “cambiar la ceguera”, los investigadores aseguraron que no nos sentimos literalmente ciegos.
La profesora Whitney agregó: “Nuestro sistema visual se ralentiza para actualizarse y puede cegarnos a los cambios inmediatos porque captura nuestra primera impresión y nos empuja al pasado”.
Sin embargo, en última instancia, el campo de la continuidad sustenta nuestra experiencia de un mundo estable.
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